Los ciclos lunares y la agroecología
Uno de nuestros más bonitos regalos de este fin de año ha sido una herramienta muy básica y a la vez muy preciosa para calcular los nuevos ciclos lunares del nuevo año 2020. El calendario lunar Zuleica 2020
Como dice en su página informativa, la Zuleica es una invitación a ver el tiempo diferente «Este calendario lunar es circular como los ciclos, o como los movimientos que determinan nuestra percepción del tiempo».
Al igual que en nuestra vida humana, las plantas también sienten esos ciclos lunares y lunáticos y es importante tenerlos en cuenta a la hora de ponerse «manos a la tierra».
Nosotras solemos utilizar como guía (y suele ser también un presente navideño) el mítico calendario biodinámico de María Thun que, desde hace ya 58 años, sirve de referente mundial a todas aquellas personas interesadas en investigar y experimentar como los elementos naturales en todo su esplendor tienen una influencia quase espiritual en el desarrollo de la práctica agrícola.
Para que l@s pequ@s (y mayores) entiendan esta influencia en nuestros talleres de acompañamiento educativo en la huerta escolar en el Bancal tiramos de registro literario y les contamos el cuento del Ajo y la Luna (que es una auto producción que nos encantaría, junto con otros cuentos verduriles, poder publicar algún día).
Por resumir un poco, hemos encontrado un artículo que habla de ello y que os puede dar algunas pautas si aún no os veis lanzad@s al dictamen de la Thun. Os dejamos un extracto:
Cada una de las fases lunares –luna llena, luna nueva, cuarto menguante y cuarto creciente–, tienen funciones importantes en la agricultura ecológica. A continuación te compartimos las prácticas agrícolas favorables para realizar en cada fase lunar:
LUNA NUEVA: es un periodo de poco crecimiento, como si se tratase de un reposo de las plantas para adaptarse fácilmente al medio. Este es el momento ideal para poder plantas y árboles enfermos. Puedes realizar, por otro lado, aporques, deshierbos, podas, desahíjes, tutorados, abonamientos, entre otros.
CUARTO CRECIENTE: Se recomienda descompactar el suelo, preparación pilas de composta, sembrar plantas, cosechar hojas medicinales y realizar injertos; sin embargo, evita abonar, podar, desyerbar e incluso combatir plagas como hormigas y babosas.
LUNA LLENA: Es en este periodo que las plantas poseen una mayor cantidad y movimiento interno de agua y savia, promoviendo el enraizamiento –auxinas– y la emisión de raíces. Se trata de una fase ideal para transplantar, abonar y dejar a la luz de la luna los preparados biológicos como hidrlatos, purines y agua; por otro lado, evita trabajar la tierra el día de la luna llena, podar, picar o cavar cerca de las plantas y regar –excepto en sequía–.
LUNA MENGUANTE: Al existir poca cantidad de luz, el crecimiento del follaje es lento, usando la energía acumulada en el crecimiento de su sistema radicular. Esto ayudará a obtener nutrientes y agua suficiente para un crecimiento exitoso. Ahora es el tiempo para poder, abonar el suelo, regar las plantas, cortar la malezas, realizar podas, cortar la guadúa en la madrugada,sembrar plantas, hacer curaciones, etcétera;